Profundizacion

Profundización
La delincuencia es un comportamiento que se denomina delito, el hecho de que en la infancia la juventud comenta actos delictivos no significa necesariamente el inicio de una futura carrera delictiva. Mantiene la esperanza de que estos comportamientos puedan ser temporales y episódicos.

Un acto incívico o delictivo puntual no significa que el joven sea delincuente o vaya a serlo sin embargo, hay que estar atento para percibir el límite: dependerá de la acumulación de muchas de esas conductas y de su gravedad. Ahí radicara el límite. 

Puede darse la circunstancia de que algunos jóvenes delincuentes. Hayan sobrepasado la mayoría de edad penal y sin embargo, no hayan alcanzado un desarrollo completa en su grado de madurez. Por eso se suele considerar delincuentes juveniles todas aquellas personas menores de 25 años. Sin embargo, solo se aplicara a aquellos que estén por debajo de los 18 años.
Los jóvenes  y adolescentes se encuentran aun en una fase de maduración.  Han dejado de ser niños, pero aun no se le considera adultos.  Este hecho conlleva un sentimiento de inseguridad respecto  a su posición en la sociedad que se traduce en un tiempo de ser “Como los mayores”.  Al no conseguirlo, se derivan  conductas, egoístas, impulsivas, etc.

Cuando la situación evolución en negativo, el menor, el adolescente, el joven, pueden convertirse  en agresores, en autores de infracciones penales o pueden desarrollar comportamientos incívicos o indisciplinados.

También  el menor, adolescente joven se forma atendiendo a los “impulsos” que recibe, tanto de su entorno familiar, en la escuela, por sus amigos y por otros aspectos ambientales y hábitos. Muchos de estas circunstancias pueden convertirse en los factores de riesgos antes mencionados.

También el menor, adolescente  o joven se forma atendiendo a los impulsos que recibe, tanto en su entorno familiar,  en la escuela, por sus amigos y por otros aspectos ambientales y hábitos.  Muchas de estas circunstancias pueden convertirse en los factores de riesgos antes mencionados.








-         La Familia: Las normas de disciplina  y  las relaciones  con los padres juegan un papel vital en el comportamiento social (en este caso antisocial) del menor. 

Tan perjudicial puede ser una actitud demasiado laxa a falta de  interés de los progenitores, como una actitud autoritaria que merme la comunicación.

-         La Escuela: El bajo rendimiento y el fracaso escolar favorecen  la delincuencia. La colaboración entre el centro y los progenitores en ellos  es básica.

-         Las Amistades: El contacto con “Malas influencias aumenta el riesgo, aunque el menor proceda de un ambiente socializado.  Los jóvenes tienden a imitar las conductas más cercanas.


-         Factores  Ambientales y Hábitos: Sus formas de ocio (tv. Videojuegos, internet)  pueden fomentar la videncia y la agresividad, la incomunicación y la pérdida  de relaciones sociales.  El consumismo o la diversión van desplazando al esfuerzo.


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